Ingredientes
2 rollos del paquete de galletas
1 lata de leche condensada de unos 400 gr
1 lata de leche evaporada de 355 ml
El zumo de 6 limones
Canela molida
Preparación
Cojemos un molde redondo o rectangular, da igual uno que otro. Cojemos una jarra y añadimos la leche condensada,la evaporada y el zumo de los limones y removemos bien hasta que se integren todos los ingredientes.
Desempaquetamos las galletas, echamos una capa de crema en el fondo y colocamos la primera capa de galletas, ahora la crema y seguidamente las galletas y así sucesivamente hasta terminar con las galletas y la crema. La metemos en el frigorífico como mínimo 4 horas, si es mas tiempo mejor. La sacamos y la espolvoreamos de canela molida pasándola al mismo tiempo por un colador porque así queda mas fina. Probarla está buenísima.
martes, 5 de mayo de 2015
lunes, 4 de mayo de 2015
Tarta de queso y chocolate
Ingredientes
Base
150 gramos de galletas tipo María
80 gramos de mantequilla
Relleno
600 gramos de queso crema tipo Philadelphia (2 tarrinas de 300 gramos c/u)
250 gramos de chocolate blanco
250 mililitros de leche evaporada
1/2 cucharada de extracto de vainilla
300 gramos de fresas para el relleno y la decoración
20 gramos de gelatina en polvo sin sabor (2 sobres de 10 gramos cada uno o 12 láminas de gelatina)
Preparación
Base
Para esta tarta, he utilizado un molde desmontable de 20 cms. Antes de comenzar, cubrimos la base con film plástico o papel de hornear.
Para preparar la base de la tarta, debemos triturar muy bien las galletas. Podemos hacerlo utilizando el robot de cocina o la batidora de vaso (licuadora), yo he utilizado esta última. He partido las galletas en trozos y las he puesto dentro del vaso, hasta que han quedado completamente pulverizadas. También podemos hacerlo de forma manual, poniendo las galletas dentro de una bolsa y pasando el rodillo repetidamente y con suficiente intensidad.
A continuación derretimos la mantequilla, en el microondas, y la agregamos a las galletas pulverizadas y mezclamos hasta conseguir que queden bien integradas.
Cubrimos la base del molde con nuestra mezcla de galletas y lo distribuimos de manera uniforme, presionando muy bien toda la superficie, primero con los dedos y luego con ayuda de una cuchara, para asegurarnos de que la base quede muy compacta y la llevamos al frigorífico 30 minutos, antes de agregarle el relleno.
Relleno
Batimos un poco el queso crema hasta suavizarlo, esto lo podemos hacer con un batidor manual y a continuación le agregamos la leche evaporada y la esencia de vainilla.
Partimos el chocolate blanco en trozos y lo fundimos, en el microondas o al baño de María, yo he utilizado esta última opción. Ponemos el chocolate dentro de un recipiente resistente al calor, que pondremos a su vez, dentro de otro recipiente con agua, el cual calentaremos a fuego medio e iremos removiendo el chocolate hasta que se haya derretido completamente. Dejamos que el chocolate se enfríe unos minutos.
Comenzamos a agregarle poco a poco al chocolate, nuestra mezcla de queso crema y los vamos mezclando muy bien para que se vayan integrando perfectamente, hasta terminar. No debemos hacerlo al revés, porque el chocolate se encuentra aún templado y la mezcla de queso está fría y el cambio de temperatura, puede hacer que se solidifique el chocolate y no se funda con la mezcla de queso crema, lo que podría echar al traste nuestra receta.
Lavamos la mitad de las fresas y las partimos en láminas, el resto las reservamos para la cobertura.
Preparamos la gelatina sin sabor siguiendo las instrucciones del frabricante. Ponemos la gelatina en polvo en un recipiente resistente al calor, le agregamos 4 ó 5 cucharadas de agua, dejamos que la absorba (proceso de hidratación) y a continuación la llevamos al microondas o la ponemos al baño de María, hasta que se disuelva completamente. Dejamos que se enfríe unos minutos, y a continuación agregamos poco a poco nuestra mezcla de queso a la gelatina (no al contrario), sin dejar de remover, para que se integren uniformemente.
Sacamos el molde del frigorífico, agregamos la mitad del relleno y lo cubrimos con una capa de fresas en láminas. A continuación ponemos el resto del relleno, cubrimos el molde con film plástico y lo llevamos al frigorífico como mínimo tres horas, aunque lo ideal sería dejarlo algunas horas más para que tenga la consistencia perfecta.
Al momento de servir, sacamos la tarta del refrigerador, la retiramos del molde y la cubrimos con fresas partidas en mitades, y podemos agregarle algunos arándanos o cerezas y ya está lista para disfrutar nuestra tarta de queso y chocolate blanco
Consejos
Puedes probar a hacer esta tarta tanto con chocolate blanco, como con chocolate con leche, las dos opciones son deliciosas.
No es necesario agregar azúcar, ya que el chocolate pone todo el dulce que necesita la tarta.
Si no tienes leche evaporada la puedes reemplazar por 200 mililitros de leche normal y 50 gramos de leche condensada.
Si utilizas gelatina en láminas, en lugar de gelatina en polvo, debes tener en cuenta que 6 hojas de gelatina equivalen a un sobre de gelatina en polvo de 10 gramos.
Si queréis aseguraros que la tarta quede muy consistente, o tenéis poco tiempo para dejarla en el frigorífico y obtener la densidad deseada, podéis agregarle un poco más de gelatina, por ejemplo tres láminas más o medio sobre si es en polvo (5 gramos).
Esta tarta debe mantenerse en el frigorífico hasta el momento de servirla y dado que lleva fruta al natural, debe consumirse rápidamente, para disfrutarla en óptimas condiciones.
Puedes probar a remplazar las fresas por otra fruta de tu predilección como naranjas, frambuesas, moras, etc...
Base
150 gramos de galletas tipo María
80 gramos de mantequilla
Relleno
600 gramos de queso crema tipo Philadelphia (2 tarrinas de 300 gramos c/u)
250 gramos de chocolate blanco
250 mililitros de leche evaporada
1/2 cucharada de extracto de vainilla
300 gramos de fresas para el relleno y la decoración
20 gramos de gelatina en polvo sin sabor (2 sobres de 10 gramos cada uno o 12 láminas de gelatina)
Preparación
Base
Para esta tarta, he utilizado un molde desmontable de 20 cms. Antes de comenzar, cubrimos la base con film plástico o papel de hornear.
Para preparar la base de la tarta, debemos triturar muy bien las galletas. Podemos hacerlo utilizando el robot de cocina o la batidora de vaso (licuadora), yo he utilizado esta última. He partido las galletas en trozos y las he puesto dentro del vaso, hasta que han quedado completamente pulverizadas. También podemos hacerlo de forma manual, poniendo las galletas dentro de una bolsa y pasando el rodillo repetidamente y con suficiente intensidad.
A continuación derretimos la mantequilla, en el microondas, y la agregamos a las galletas pulverizadas y mezclamos hasta conseguir que queden bien integradas.
Cubrimos la base del molde con nuestra mezcla de galletas y lo distribuimos de manera uniforme, presionando muy bien toda la superficie, primero con los dedos y luego con ayuda de una cuchara, para asegurarnos de que la base quede muy compacta y la llevamos al frigorífico 30 minutos, antes de agregarle el relleno.
Relleno
Batimos un poco el queso crema hasta suavizarlo, esto lo podemos hacer con un batidor manual y a continuación le agregamos la leche evaporada y la esencia de vainilla.
Partimos el chocolate blanco en trozos y lo fundimos, en el microondas o al baño de María, yo he utilizado esta última opción. Ponemos el chocolate dentro de un recipiente resistente al calor, que pondremos a su vez, dentro de otro recipiente con agua, el cual calentaremos a fuego medio e iremos removiendo el chocolate hasta que se haya derretido completamente. Dejamos que el chocolate se enfríe unos minutos.
Comenzamos a agregarle poco a poco al chocolate, nuestra mezcla de queso crema y los vamos mezclando muy bien para que se vayan integrando perfectamente, hasta terminar. No debemos hacerlo al revés, porque el chocolate se encuentra aún templado y la mezcla de queso está fría y el cambio de temperatura, puede hacer que se solidifique el chocolate y no se funda con la mezcla de queso crema, lo que podría echar al traste nuestra receta.
Lavamos la mitad de las fresas y las partimos en láminas, el resto las reservamos para la cobertura.
Preparamos la gelatina sin sabor siguiendo las instrucciones del frabricante. Ponemos la gelatina en polvo en un recipiente resistente al calor, le agregamos 4 ó 5 cucharadas de agua, dejamos que la absorba (proceso de hidratación) y a continuación la llevamos al microondas o la ponemos al baño de María, hasta que se disuelva completamente. Dejamos que se enfríe unos minutos, y a continuación agregamos poco a poco nuestra mezcla de queso a la gelatina (no al contrario), sin dejar de remover, para que se integren uniformemente.
Sacamos el molde del frigorífico, agregamos la mitad del relleno y lo cubrimos con una capa de fresas en láminas. A continuación ponemos el resto del relleno, cubrimos el molde con film plástico y lo llevamos al frigorífico como mínimo tres horas, aunque lo ideal sería dejarlo algunas horas más para que tenga la consistencia perfecta.
Al momento de servir, sacamos la tarta del refrigerador, la retiramos del molde y la cubrimos con fresas partidas en mitades, y podemos agregarle algunos arándanos o cerezas y ya está lista para disfrutar nuestra tarta de queso y chocolate blanco
Consejos
Puedes probar a hacer esta tarta tanto con chocolate blanco, como con chocolate con leche, las dos opciones son deliciosas.
No es necesario agregar azúcar, ya que el chocolate pone todo el dulce que necesita la tarta.
Si no tienes leche evaporada la puedes reemplazar por 200 mililitros de leche normal y 50 gramos de leche condensada.
Si utilizas gelatina en láminas, en lugar de gelatina en polvo, debes tener en cuenta que 6 hojas de gelatina equivalen a un sobre de gelatina en polvo de 10 gramos.
Si queréis aseguraros que la tarta quede muy consistente, o tenéis poco tiempo para dejarla en el frigorífico y obtener la densidad deseada, podéis agregarle un poco más de gelatina, por ejemplo tres láminas más o medio sobre si es en polvo (5 gramos).
Esta tarta debe mantenerse en el frigorífico hasta el momento de servirla y dado que lleva fruta al natural, debe consumirse rápidamente, para disfrutarla en óptimas condiciones.
Puedes probar a remplazar las fresas por otra fruta de tu predilección como naranjas, frambuesas, moras, etc...
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